LA HORA

martes, 3 de marzo de 2009

introduccion a la contabilidad

1. Necesidad de Información económica

1.1. Introducción

En cualquier punto de la tierra y momento de la historia, los hombres y la socie dad, en general, han sentido y sienten la necesidad de conocer con qué recursos cuentan y cómo ejercer un control sobre los mismos, de forma que logren aumentar sus posibilidades de acumulación o, al menos, no caer en una situación deficitaria.

A fin de decidir qué líneas de actuación son más convenientes para lograr el objetivo anterior, han de tener conocimiento del entorno económico en el que se hallan inmersos, de las expectativas que puede presentar el mañana y de lo que sucedió ayer, puesto que se aprende de las experiencias pasadas.

Ante el progreso experimentado por la sociedad, el conocer el entorno exige cada vez mayor volumen de información y más rica en contenido. Cualquier individuo, en un momento dado, puede precisar información acerca de la actividad económica de las familias, de las empresas, del sector público, de la nación o de la de otros países. Estos mayores niveles de exigencia informativa, que pretende satisfacer la contabilidad, han provocado que el proceso seguido para su obtención haya ido evolucionando y perfeccionándose.

1.2. Evolución histórica

Ya en Mesopotamia 1 , Egipto, Grecia y Roma aparecen los primeros documentos que recogen información económica. Posteriormente, con el desmoronamiento de la civilización romana se produce un gran retroceso, más bien una ruptura, originándose un gran vacío en Occidente que, al llegar al término de la Edad Media, hay que partir nuevamente de cero en lo que se refiere a información contable.

El desarrollo del crédito, la creación de sociedades mercantiles y el uso del contrato de mandato , en la Alta Edad Media, favorecen enormemente el crecimiento comercial. Las operaciones se hacen cada vez más complejas y, ante esta nueva perspectiva económica, surge el método de la partida doble que pretende satisfacer las crecientes exigencias informativas de la sociedad y, en especial de los comerciantes, para así conseguir una mejor organización y una administración más racional del negocio. En esta época, concretamente en 1494, ve la luz la primera obra impresa de contabilidad Summa de Arithmetica, Geometria, Proportioni et Proportionalita , de Fray L uca Pacioli 2 , en la que se describen y recogen las prácticas existentes en la época relativas a la información emitida por los comerciantes y, en particular, sobre la partida doble.

Fruto de los cambios culturales, sociales y económicos acaecidos en la Europa occidental de la Edad Moderna –entre los que cabe destacar el mercantilismo– se produce, ya avanzado el siglo XVIII, la Revolución Industrial en Inglaterra. Este fenómeno determina un nuevo modelo de sociedad industrial que se exporta rápidamente a la Europa continental y norte de América, con la consiguiente expansión de la empresa, incremento y diversificación de la producción y una demanda creciente de información.

A partir de este momento y gracias a la acumulación de recursos, la sociedad ha progresado hasta nuestros días a pasos agigantados, lo que ha supuesto una honda transformación a todos los niveles. El eje de este avance ha sido la empresa, ésta como combinación de medios productivos encaminados a la obtención de bienes y servicios ha logrado producir más y mejor; esta progresión se ha debido, entre otros factores, a la división del trabajo y especialización de tareas, así como a la mayor complejidad de los procesos productivos.

El mundo actual, máxime en los países desarrollados, ofrece a los agentes económicos un gran abanico de posibilidades y alternativas de elección. Cualquier agente puede estar interesado en conocer: cómo ha utilizado el Estado los impuestos que pagó, qué inversión le puede resultar más rentable, qué entidad le prestará dinero en las condiciones más ventajosas, cuál es el Producto Interior Bruto de un país determinado, etc. La creciente participación económica ha motivado que las fuentes de información abarquen contenidos más amplios, referidos a las empresas, al sector público y a la nación en su conjunto. Además, ante las inciertas expectativas que depara el actual entorno económico, llamado en más de una ocasión entorno turbulento, la información ha de ser más consistente y objetiva.

Si importante es la información que cualquier unidad económica difunde al exterior para que sus usuarios tomen decisiones acertadas, no es menos relevante aquella que permanece en la entidad para que los estamentos directivos decidan las líneas de actuación a seguir. Estos datos, distintos a los emitidos al mundo exterior, cobran especial relevancia conforme se desarrollan los procesos productivos y, aún más, en los últimos tiempos en los que la situación cambiante y la incertidumbre reinante exigen tomar decisiones que hagan que la unidad empresarial sea más competitiva, a fin de asegurar su supervivencia.

En síntesis, la contabilidad nació, en principio, como instrumento de información al exterior. Hoy también se considera una importante herramienta de dirección, dentro del ámbito interno, para mejorar su gestión y organización.

2. Concepto Actual de Contabilidad

Según el profesor Cañibano 3 «la contabilidad es una ciencia de naturaleza económica que tiene por objeto producir información para hacer posible el conocimiento pasado, presente y futuro de la realidad económica en términos cuantitativos en todos sus niveles organizativos, mediante la utilización de un método específico apoyado en bases suficientemente contrastadas, con el fin de facilitar la adopción de las decisiones financieras externas y las de planificación y control internas».

Para una mejor comprensión de la definición anterior se van a ir respondiendo las siguientes cuestiones: ¿qué persigue la contabilidad?, ¿de qué informa?, ¿a quién va dirigida? y ¿cómo se elabora esta información?

2.1. ¿Qué persigue la contabilidad?

La contabilidad, como ciencia que es, constituye un sistema informativo que emite datos estructurados y relevantes de los distintos entes que componen la realidad económica, como son las familias, las empresas, el sector público y la nación. Estos datos, tras ser analizados e interpretados, son empleados por los sujetos económicos para controlar los recursos con los que cuentan y tomar las medidas oportunas para hacerlos más fructíferos y, en todo caso, para evitar una situación deficitaria que pondría en peligro su supervivencia.

2.2. ¿De qué informa?

En principio, estos datos indican cuáles son los recursos económicos y financieros de los que dispone la unidad económica objeto de análisis.

Para que esta información sea útil a aquellos que la emplean, ha de satisfacer una serie de requisitos, aunque a veces en la práctica no sea fácil cumplirlos; éstos son:

  • Objetiva. Ante un mismo dato cualquier usuario debe interpretar lo mismo. Para ello se han convenido unas normas, de forma que quien elabora la información sabe que ha de ajustarse a los patrones establecidos para que no quepan distintas lecturas.
    Por ejemplo, un edificio que se compró hace 20 años por una empresa podría figurar en su contabilidad por lo que costó en esa fecha, por lo que le darían ahora si fuera a venderlo o por lo que debería pagar si lo comprase hoy. No es difícil comprender que si no se aplica un criterio común puede inducir a que el usuario decida erróneamente.
  • Creíble. La información ha de ser fidedigna. Por ello es comprobada y verificada por los auditores, que han de ser completamente independientes de la unidad económica a la que auditan.
  • Oportuna. Un dato que llega a destiempo no vale para nada, o para poco. Por lo tanto, la información se ha de emitir a tiempo.
  • Clara y asequible. Si la información contable sólo va dirigida a peritos en esta materia, su fin queda muy restringido. Tal y como funciona el mundo actual, estos datos han de ser lo suficientemente comprensibles, puesto que son muchos los sujetos que los han de utilizar.
  • Completa. No debe ocultar parcelas de la realidad económica.
  • Algunos hechos económicos no se pueden medir con exactitud, por lo que habrá que conformarse con una aproximación.

2.3. ¿Cómo se elabora la información?

La información contable se elabora siguiendo un método específico, que recoge, clasifica y sintetiza los acontecimientos que pueden resultar importantes para sus usuarios. Las consecuencias de estos hechos, generalmente, se expresarán en unidades monetarias.

Los datos así obtenidos se plasman en unos cuadros de síntesis que son los estados financieros o contables.

2.4. ¿A quién va dirigida?

La información que se difunde al exterior de la unidad económica ha de ser útil para que los distintos agentes económicos aumenten sus posibilidades de acumulación de recursos. Entre ellos se podrían señalar a los acreedores, los trabajadores, la Administración Pública del Estado (sobre todo en materia de impuestos), las entidades financieras que colaboran con la entidad, etc.

Otra información de distinto contenido, denominada información interna, sólo es utilizada en el ámbito interno de la unidad empresarial. Los datos que ésta proporciona sirven, a los responsables de la unidad empresarial, para planificar y controlar la gestión, así como para delimitar responsabilidades a fin de actuar eficaz y eficientemente.

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